Despliegue de la Bufanda

El sábado 18 de setiembre, todos cuantos quisiéramos ser partícipes de este Record Guinness, fuimos invitados al Hipódromo de Maroñas, donde se desplegaría la Cadena de Bufandas más larga del mundo.
Así a las 10 hs de la mañana la mayoría de los voluntarios ya habíamos ingresado a Maroñas.

El lugar de reunión fue el Salón "Los Potrillos", gentileza de la gente del Hipódromo que nos brindó el espacio suficiente para trabajar cómodos. No bien ingresábamos a este predio nos ponían en la muñeca la bandita de seguridad fucsia que nos permitiría movernos con tranquilidad durante todo el día dentro de la seguridad del Hipódromo. También nos regalaban una remera azul de uno de los espónsor del evento: Ancel.

Dentro del salón, numerosos voluntarios esperaban el momento para salir a trabajar.

Fuera del salón el sol auguraba un día hermoso.

Bufandas multicolores se desplegaban en mesas puestas contra las ventanas...



Y en el suelo una gran montaña daba muestra de la generosidad uruguaya que permitió juntar miles y miles de bufandas.


Un pintor chileno, expuso y pondrá en venta muchos de sus cuadros, donando parte de lo recaudado al Instituto Nacional del Cáncer. Este señor ha sido paciente del centro de Oncología y actualmente vive en Uruguay en una situación precaria, pintando muchas veces con luz de velas. Estuvo contándonos parte de un cuento que ha escrito y del cual se inspiró para crear una de sus pinturas.















Un señor, megáfono en mano, comenzó a llamar nuestra atención y a explicar qué es lo que haríamos en la pista.

Y hacia allá nos dirigimos, a comenzar la tarea...

Mayores, jóvenes, hombres, mujeres y no faltaron los muchachos de la Cruz Roja a ayudar en esta noble tarea.

Alrededor de toda la pista, montones de bufandas apiladas esperaban ser desenrolladas 100 metros hasta el próximo montón. Así la cadena de bufandas debería dar 10 vueltas a la pista.

En cada montón de bufandas, debía trabajar un grupo de 5 voluntarios.

A desenrollar se ha dicho!

No, no! Las bufandas deben quedar todas juntitas, cerca de la baranda....

A acomodar las bufandas, unas junto a las otras...

Qué trabajo! Por momentos el viento soplaba y nos daba vueltas las bufandas o las separaba...

Tantas horas de trabajo, nos dieron sed. Un camión que supervisaba el trabajo, nos repartía agua de otro de los esponsor del evento: Agua Nativa. Mmmm... que rica!

Salud!

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